Una vida en fe, una vida seguida de la mano de Cristo es difÃcil. El general de las personas creen que por llevar una vida cristiana podemos ser catalogados es dos grupos: a) los anormales por seguir un estilo de vida con un gran compromiso en nuestra Iglesia y con lo que la palabra dice, INTENTANDO ser excelentes para Dios, que lo llegan a confundir con fanatismo o una vida no normal y debo reconocerlo, me lo han dicho y b) Los perfectos, somos un grupo muy juzgados, por lo cual debemos hacer ¡todo bien! hablar bien, actuar bien, hacer absolutamente todo en santidad, sin lugar a errores; y ¡eso está tan lejos de la realidad!, déjenme decirles que como cristiana debo tratar dÃa a dÃa con mi carácter y es eso lo que constantemente le pido a Dios, normalmente me enojo y estoy en desacuerdo con muchas cosas, tomó malas decisiones, me aflijo y por eso, dÃa a dÃa necesito de Dios. Con él lo tengo todo, pero sin él nada soy.
En conclusión puedo decirles: Para mi es necesario dejar a un lado la necesidad de aprobación social para dar paso a la aprobación celestia, porque cometo errores, estoy hecha de polvo y mi naturaleza es la imperfección.
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